domingo, 15 de abril de 2012

MISERIA Y MUERTE......

Amanecía un día de marzo,lluvioso y triste.Avanzaba un grupo, con paso lento y vacilante, en la tierra fangosa que daba refugio(asilo) a los republicanos españoles.
Ese grupo lo componían cinco hombres de cara demacrada y vestidos de harapos.
Un burro iba delante,sobre el que habían colocado un ataúd negro,grande y sencillo,cubierto con una bandera,símbolo de la Libertad.Este fúnebre cortejo que conducía hasta su última morada a un héroe de su patria ,muerto por una causa justa,lejos de su patria ,del calor de los suyos,en el gran abandono.

¡Qué triste es la muerte así!

El cortejo silencioso seguía avanzando, con una marcha monótona ,entre los alambrados, hacia el cementerio improvisado.Ya se divisaban algunas crucecillas de madera.
Un viento impetuoso y violento bofeteaba sin piedad a los hombres , y la lluvia, fina y airada empapaba las miserables prendas, entraban como  diminutas agujas hasta los cuerpos helados.
Y no sé que, cuando este cuadro de desolación pasó ante sus ojos, saludaste levantando el puño.
Los guardias civiles de la escolta, rígidos en procesión, se miraron indiferentes ,sin detenerse.

Cuando llegamos a las verjas del cementerio nos detuvimos, aliviamos al burro.Y como un sueño,entonces, oímos ,en el pueblo que tocaban a muerto.Nos miramos todos sin entender.....

Luego cargamos los cuatro sobre nuestros hombros la enorme caja tapada con los colores de la República y entramos en el recinto, seguidos por el otro y tú.

En lugar de sepultura  , nos hicieron cavar una fosa en la tierra.Casi instantáneamente cesó el viento  y escampó.
Nos obligaron abrir el cajón para ver al compañero por última vez, no nos dieron otra opción.

¿Te acuerdas? En su rostro se había petrificado una mueca siniestra que te estremeció.
Las órbitas parecían inflamadas y los párpados revelaban el espanto de la muerte.
En la boca como un gesto de desesperanza.Su cuerpo pobremente vestido daba pena.
Por los agujeros de su ropa se asomaba la carne como gritando su desgracia.
Y los enterradores lo metieron ,lo tiraron en esa fosa de casi 50 metros de profundidad.

Cogimos un puñado de tierra,la besamos y la tiramos encima de su cuerpo ,mutilado y desgarrado por el dolor.
Los enterradores rellenaron el pozo con sacos de cal... de muerte..
El último de 24 hombres valientes , honrados.......

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