Los fusilados de San Lorenzo se quedan sin calles

De nuevo se expolia la memoria de las personas asesinadas por el franquismo, de nuevo se ningunea a las familias que sufrimos el terror del fascismo, la muerte, la persecución, la tortura, el robo de propiedades. Lo que parecía un logro histórico para la memoria de los fusilados de San Lorenzo, cuando conseguimos con una lucha sin tregua rendir tributo a su lucha con la inauguración del monumento en el Parque de La Mayordomía en Gran Canaria, nos siguen faltando al respeto incumpliendo resoluciones aprobadas en un pleno municipal. Esta lucha no fue fácil y hubieron intentos de manipulación política, de claro boicot para evitar que salieran todos los acuerdos con el antiguo alcalde de Las Palmas de Gran Canaria y ahora Diputado del Común en las islas, Jerónimo Saavedra. Manos negras retrasaron el proceso para la instalación de una placa con un poema junto al monumento, al final y gracias a las protestas públicas de nuestra organización se instaló dos días antes de las elecciones municipales, casi in extremis y en el tiempo de descuento, cuando había tiempo de sobra para llevar a cabo de forma digna y eficaz todos los acuerdos. Luego las cinco calles acordadas con el anciano alcalde y un mirador en el barrio de La Milagrosa se quedaron ocultos en el cajón oscuro de la burocracia, nadie quiso ni quiere saber nada de que se haga efectivo ese homenaje respaldado por un alcalde democrático y por organizaciones de memoria, sindicatos, partidos, colectivos culturales de todo el estado español.

Ahora nos encontramos con que acuerdos aprobados de forma legal y democrática son incumplidos de forma descarada. Las calles ya no son para estos comunistas y socialistas asesinados por defender la democracia, todo se ha quedado en blanco y el silencio más siniestro y cómplice inunda los pasillos que recorremos demandando ese homenaje fallido. Nos sentimos engañad@s, humillad@s, de nuevo reprimid@s por los que se dicen demócratas y evitan que los que dieron su vida por la libertad sean reconocidos y dignificados.

Lo que no saben es que seguiremos luchando por esa memoria masacrada, a la que nunca, jamás renunciaremos para recuperar lo que nos robaron un 29 de marzo de 1937 en el Campo de Tiro de La Isleta, donde un alcalde democrático, un jefe de la policía local, un secretario municipal y dos sindicalistas luchadores fueron fusilados por los fascistas simplemente por defender la democracia, la República y su humillado municipio de San Lorenzo. Ya hemos sufrido demasiado para renunciar. Nuestra fuerza radica en nuestros principios que son invencibles y nadie, nadie, nadie, ningún oscuro funcionario o político podrá parar esta lucha sin tregua por la verdadera democracia, aquella que no olvida a sus muertos y que siembra para el futuro semillas de libertad, memoria y justicia.

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